66 El Buey de Dios
Este Episodio se titula "El Buey de Dios". Empiezo con un agradecimiento a quienes han hecho una reseƱa de CS en la tienda iTunes, donde muchos se suscriben al podcast. Aunque iTunes es sólo una salida para el mundo de los podcasts, resulta ser EL PRINCIPAL lugar para calificar y promocionar podcasts.Mira, lo que hacemos aquĆ es totalmente un trabajo de aficionados. CS es una labor de amor y no pretende ser una revisión erudita de la historia. Comparto estos episodios con la esperanza de que otros puedan acompaƱarme y aprender conmigo. No pretendo que sea exhaustivo. Al contrario, es un relato superficial que pretende dar una breve visión general de la historia de la Iglesia; una especie de repaso verbal, con momentos ocasionales en los que nos detenemos en algo interesante. Pretendo dar a los oyentes una idea bĆ”sica de cuĆ”ndo ocurrieron los acontecimientos en relación con los demĆ”s; quiĆ©nes fueron algunos de los principales actores y actrices con el papel que desempeƱaron. Y, como he dicho antes, los episodios son intencionadamente cortos para facilitar que se escuchen en los breves momentos en que la gente estĆ” haciendo ejercicio, haciendo tareas domĆ©sticas, dando un paseo, yendo en coche al trabajo. Lo que es una maravilla es oĆr todas las formas en que la gente se HA conectado a CS. Algunos han descargado un montón de episodios y los han escuchado mientras cruzaban el paĆs en coche o volaban al extranjero.Hace un tiempo estaba en una conferencia, hablando tranquilamente con unos amigos, cuando un tipo sentado en la fila de delante se volvió y me dijo: "ĀæEres Lance? ĀæTienes el podcast Communio Sanctorum?". Reconoció mi voz. Lo pasamos muy bien conociĆ©ndonos mejor. En otra ocasión, durante un viaje por Israel, conocĆ a un tipo en el comedor de uno de nuestros hoteles que es fan del podcast. Eso sĆ que fue un acontecimiento.Este Podcast en espaƱol empezó de igual manera cuando su servidor Roberto Aguayo conoció a Lance despuĆ©s de escuchar Ć©l podcast y le pidió si lo podĆa traducir y grabar en espaƱol. No sĆ© si fui yo, pero igual me sentĆ© delante de Lance en una conferencia de pastores y reconocĆ su voz detrĆ”s de mĆ y me volteĆ© a saludarlo. AsĆ comenzó esta aventura.De todos modos, agradezco que la gente deje comentarios en la pĆ”gina de FB o envĆe un correo electrónico. Pero lo mejor de todo es calificar el podcast y escribir una reseƱa rĆ”pida en iTunes, y luego decirles a tus amigos que nos escuchen.______________________________________________________________________________________________________________Ahora, volvamos a los EscolĆ”sticos.Aunque impulsado por la obra de Abelardo y Anselmo, el escolasticismo alcanzó su apogeo cuando el filósofo griego Aristóteles fue redescubierto por los eruditos europeos. Las Cruzadas entraron en contacto con eruditos musulmanes que debatieron la filosofĆa de Aristóteles. Sus pensamientos regresaron con los Cruzados y se transmitieron a las escuelas teológicas ubicadas en las órdenes mendicantes de los Dominicos y los Franciscanos. Ćstos eran los grupos a los que la Iglesia habĆa encomendado el estudio de la teologĆa.Ā A mediados del siglo XIII, se produjo una especie de renacimiento de Aristóteles en estas escuelas. Es curioso que a principios del siglo XIII se prohibiera la lectura de Aristóteles. Al fin y al cabo, era un griego pagano. ĀæQuĆ© podĆan aprender de Ć©l los cristianos? Pero, como sabe cualquier universitario, hay una forma de asegurarse de que algo se lea. Prohibirlo. AsĆ que un par de dĆ©cadas despuĆ©s, se permitió la lectura de partes de Aristóteles. A mediados de siglo, era lectura obligatoria y tanto Ć©l como su mentor Platón y su maestro Sócrates fueron bautizados extraoficialmente y convertidos en santos precristianos.Tiene sentido que la filosofĆa de Aristóteles resucitara cuando recordamos que el objetivo de los escolĆ”sticos era aplicar la razón a la fe; tratar de comprender con la mente racional lo que el espĆritu ya creĆa. Fue Aristóteles quien habĆa desarrollado las reglas de la lógica formal.Durante la Edad Media en Europa, todo el aprendizaje tenĆa lugar bajo la atenta mirada de la Iglesia. La teologĆa reinaba entre las ciencias. Filósofos como Aristóteles, el musulmĆ”n Averroes [ah-ver-O -ee] y el judĆo Maimónides eran estudiados junto a la Biblia. Los eruditos estaban especialmente fascinados por Aristóteles. ParecĆa haber explicado todo el universo, no utilizando las Escrituras, sino sus poderes de observación y razón.Para algunos ultraconservadores, este Ć©nfasis en la razón amenazaba con debilitar las creencias tradicionales. Los cristianos habĆan llegado a pensar que el conocimiento sólo podĆa llegar a travĆ©s de la revelación de Dios, que sólo aquellos a quienes Dios decidiera revelar la verdad podĆan comprender el universo. ĀæCómo podĆa cuadrar esto con el conocimiento que enseƱaban estas filosofĆas reciĆ©n redescubiertas?__________________________________________________________________________________________________________La cumbre de la teologĆa escolĆ”stica llegó con TomĆ”s de Aquino. Su obra marcó para siempre la dirección del Catolicismo. Su influencia fue tan profunda que se le dio el tĆtulo de "Dr. Angelicus - el Doctor AngĆ©lico". Su obra magna fue la Suma Teológica, en la que afirmaba que el razonamiento filosófico y la fe eran complementos perfectos: La razón conduce a la fe.Nació en Italia, hijo del conde Lundulfo de Aquino y de su esposa Teodora. Desde muy joven quedó claro que TomĆ”s serĆa un niƱo fĆsicamente corpulento. A los 5 aƱos fue enviado a una escuela en el cercano monasterio de Monte Cassino que Benito habĆa iniciado 700 aƱos antes. A los 14, TomĆ”s fue a la Universidad de NĆ”poles, donde su maestro Dominico le impresionó tanto que TomĆ”s decidió que Ć©l tambiĆ©n se unirĆa a la nueva orden Dominicana, orientada al estudio.Su familia se opuso ferozmente, esperando que se convirtiera en un rico abad o arzobispo en lugar de hacer el voto de pobreza de los mendicantes. Los hermanos de TomĆ”s lo secuestraron y confinaron durante mĆ”s de un aƱo. Su familia le tentó con una prostituta y una oferta para comprarle el arzobispado de NĆ”poles. TomĆ”s no quiso. Se marchó a ParĆs, sede de los estudios teológicos de la Europa medieval. AllĆ cayó bajo el hechizo del erudito Alberto Magno.Cuando TomĆ”s comenzó sus estudios, nadie sospecharĆa el futuro que le aguardaba. Era colosalmente obeso, gran parte de su tamaƱo se debĆa a que padecĆa edema, tambiĆ©n conocido como hidropesĆa. TenĆa un ojo enorme que empequeƱecĆa al otro y daba a su rostro un aspecto distorsionado que muchos encontraban desconcertante. Socialmente, era cualquier cosa menos la figura dinĆ”mica y carismĆ”tica que algunos podrĆan suponer; ya sabes, algo para compensar su torpe aspecto fĆsico.Ā Aquino era introspectivo y silencioso la mayor parte del tiempo. Cuando hablaba, lo que decĆa a menudo no tenĆa nada que ver con la conversación en curso. En la universidad, sus compaƱeros le llamaban "el buey tonto", un tĆtulo que parecĆa apropiado tanto por su aspecto como por su comportamiento.De lo que la gente no se dio cuenta hasta mĆ”s tarde fue de la mente increĆblemente aguda que se escondĆa tras su aspecto discreto, y de la brillante forma en que era capaz de ordenar sus pensamientos en un lenguaje persuasivo que los demĆ”s pudieran entender. Recuerda que el objetivo de los escolĆ”sticos era proporcionar una comprensión racional a lo que creen los cristianos. Aquino dio un apoyo crĆtico a doctrinas como los atributos de Dios, la Resurrección y la creación ex-nihilo; la creación a partir de la nada. Aunque Ć©stas son cosas que defienden la mayorĆa de los cristianos, Aquino tambiĆ©n apoyó creencias claramente Romanas, como la veneración de MarĆa, el purgatorio, el papel del mĆ©rito humano en la salvación y los siete sacramentos por los que Dios transmite la gracia a travĆ©s del clero Romano. TambiĆ©n dio mucho apoyo a la Transubstanciación, la idea de que los elementos de la Comunión se convierten en el cuerpo y la sangre reales y literales de Cristo en la Misa.Sus pensamientos teológicos y filosóficos le consumĆan. SegĆŗn un relato, estaba cenando con el rey Luis IX de Francia. Mientras los demĆ”s conversaban, TomĆ”s miraba al vacĆo, ensimismado. Olvidando o sin importarle dónde estaba, golpeó la mesa con el puƱo y gritó: "Ā”Ah! He aquĆ un argumento que destruirĆ” a los Maniqueos". -- un grupo herĆ©tico de Ć©pocas pasadas.Al principio de su Suma Teológica, TomĆ”s distinguió entre filosofĆa y teologĆa, entre razón y revelación. Contrariamente a lo que algunos habĆan afirmado, la verdadera teologĆa y la filosofĆa no se contradicen. Cada una de ellas es una vĆa de conocimiento ordenada por Dios.Siguiendo a Aristóteles, TomĆ”s propuso que la razón se basa en lo que nos dicen nuestros sentidos: lo que podemos ver, sentir, oĆr, oler y tocar. La Revelación se basa en algo mĆ”s. Aunque la razón puede llevarnos a creer en Dios -algo que ya habĆan dicho otros teólogos como Anselmo-, sólo la revelación puede mostrarnos a Dios tal como es realmente, el Dios de la Biblia. La filosofĆa deja clara la existencia de Dios. Pero sólo la teologĆa basada en la Revelación nos dice cómo es el Dios que existe.TomĆ”s aceptó el principio de Aristóteles de que todo efecto tiene una causa, toda causa una causa anterior, y asĆ sucesivamente hasta la Causa Primera. Declaró que la creación se remonta a una Causa Primera divina, el Creador. Sin embargo, el conocimiento pleno de Dios -la Trinidad, por ejemplo- sólo llega a travĆ©s de la revelación. A partir de este conocimiento descubrimos el origen y el destino del hombre.Aquino continĆŗa: "El hombre es un pecador necesitado de salvación: El hombre es un pecador necesitado de una gracia especial de Dios. Jesucristo, con su sacrificio, ha conseguido la reconciliación del hombre con Dios. Todos los que reciben los beneficios de la obra de Cristo estĆ”n justificados, pero la clave, como en la enseƱanza católica tradicional, reside en la forma en que se aplican los beneficios de la obra de Cristo. Cristo ganó la gracia; pero la Iglesia la imparte. Aquino enseñó que los cristianos necesitan la infusión constante de la "gracia cooperante", mediante la cual se estimulan en el alma las virtudes cristianas. Ayudado por esta gracia cooperante, el cristiano puede hacer obras que agraden a Dios y ganar mĆ©ritos especiales a los ojos de Dios.Esta gracia, decĆa Aquino, sólo llega a los hombres a travĆ©s de los sacramentos divinamente designados y puestos bajo la custodia de la Iglesia; es decir, la Iglesia romana visible y organizada, dirigida por el Papa. Tan convencido estaba Aquino de la autoridad divina del Papado que insistĆa en que la sumisión al Papa era necesaria para la salvación.Siguiendo a un escolĆ”stico anterior, Pedro de LombardĆa, Aquino sostuvo que los siete sacramentos son un medio por el que la Iglesia imparte la gracia a las personas. DecĆa que, puesto que el pecado sigue siendo un problema para el creyente bautizado, Dios proporcionaba la penitencia, un sacramento que permitĆa la curación espiritual.Con cierta cautela, TomĆ”s tambiĆ©n aceptó la prĆ”ctica de las indulgencias que habĆa ganado aceptación durante las Cruzadas. Aquino enseƱaba que, gracias a la obra de Cristo y a los hechos meritorios de los santos, la Iglesia tenĆa acceso a un "tesoro de mĆ©ritos", una especie de gran reserva espiritual de bondad sobrante. Los sacerdotes podĆan recurrir a este depósito para ayudar a los cristianos que no tuvieran mĆ©ritos propios suficientes. Examinaremos mĆ”s detenidamente las indulgencias mĆ”s adelante, cuando lleguemos a la Reforma.Aquino dijo que los malvados pasan al infierno, mientras que los fieles que han utilizado sabiamente los medios de gracia pasan inmediatamente al cielo. Pero el grueso de los cristianos que habĆan seguido a Cristo de forma inadecuada, tenĆan que sufrir la purificación en el purgatorio antes de ascender a las alegrĆas del cielo. Afortunadamente, estas almas no estĆ”n mĆ”s allĆ” de la ayuda de la Iglesia en la Tierra, razonaba Aquino. Las oraciones a los santos y las misas especiales podĆan aliviar las penas de las almas del purgatorio.Ahora bien, no habĆa nada nuevo en todo esto. Ya se habĆa dicho muchas veces. Pero TomĆ”s situó las enseƱanzas tradicionales de la Iglesia en un marco cósmico.Los escritos de TomĆ”s, y habĆa mĆ”s de los que contenĆa la Summa, fueron atacados antes de que estuviera en la tumba. En 1277, el arzobispo de ParĆs intentó que se condenara a TomĆ”s, pero el clero de Roma lo impidió. Aunque TomĆ”s fue canonizado en 1325, pasaron otros 200 aƱos antes de que sus enseƱanzas fueran aclamadas como preeminentes y una importante refutación del protestantismo. Sus escritos desempeƱaron un papel destacado en el Concilio de Trento de la Contrarreforma.En 1879, una bula papal respaldó la teologĆa de Aquino, hoy conocida como Tomismo, como expresión autĆ©ntica de la doctrina y dijo que debĆa ser estudiada por todos los estudiantes de teologĆa. Tanto los eruditos Protestantes como los Católicos estudian profundamente su obra.Probablemente, el propio TomĆ”s no estarĆa satisfecho. Hacia el final de su vida, tuvo una visión que le obligó a abandonar su pluma. Aunque habĆa experimentado tales visiones durante aƱos, Ć©sta era diferente. Su secretario le rogó que recogiera la pluma y continuara, pero Aquino replicó: "No puedo. Se me han revelado tales cosas que lo que he escrito no parece mĆ”s que paja". Su Suma Teológica, uno de los escritos mĆ”s influyentes de la historia de la Iglesia, quedó inconclusa cuando murió tres meses despuĆ©s.